Historia de la aceituna arbequina (un fruto pequeño con gran legado)

Un pequeño fruto con una gran historia

Cuando catamos el aceite de oliva de Castelldans , disfrutamos de un sabor suave y afrutado que nos transporta a tierras soleadas y campos de olivos centenarios. Pero, ¿sabías que detrás de ese sabor tan característico se esconde una historia fascinante? La historia de la aceituna arbequina es un viaje que combina nobleza, territorio y tradición. Y, además, nos conecta con una parte muy íntima de la cultura agraria catalana.

Para entender de dónde venimos, hay que mirar hacia atrás. Y es que la aceituna arbequina, a pesar de ser hoy protagonista indiscutible del aceite de Olivermo, tiene orígenes mucho más lejanos de lo que podríamos imaginar.

Desde Oriente Próximo hasta Les Garrigues

Según diversas fuentes históricas, esta variedad de aceituna fue introducida en Cataluña hacia el siglo XVII , gracias a la curiosidad del duque de Medinaceli , entonces virrey del Principado. Durante un viaje diplomático a tierras de Oriente Medio, el duque quedó maravillado por el gusto de una aceituna pequeña y aromática que crecía en Palestina.

Decidido a probar si esta variedad podía crecer en nuestra casa, el duque plantó sus primeros ejemplares en la localidad de Arbeca , en la comarca de Les Garrigues. El clima seco, los inviernos fríos y el suelo pedregoso de la zona resultaron perfectos. Tanto es así, que la nueva variedad no sólo se adaptó, sino que se convirtió en una de las más queridas y productivas del territorio. Así nació la aceituna arbequina , llamada así en honor al pueblo que la acogió.

Un árbol resistente para suelos exigentes

La arbequina no sólo destaca por su sabor, sino también por su capacidad de adaptación. Se trata de una variedad resistente a la sequía , de pequeño tamaño pero altamente productivo, y con una entrada en producción muy rápida. Por eso, no es extraño que se haya convertido en la reina de los olivos en zonas como Castelldans , donde la tradición oleícola forma parte del ADN del pueblo.

Además, su morfología compacta y hojas pequeñas hacen que sea ideal también para cultivos modernos o incluso domésticos. Pero lo importante es que da un aceite excepcional.

Un aceite con carácter y beneficios

El aceite de oliva virgen extra obtenido de arbequinas destaca por su perfil afrutado, con notas de manzana, almendra y hierba recién cortada. A nivel nutricional, es rico en ácidos grasos monoinsaturados , antioxidantes naturales y compuestos fenólicos beneficiosos para la salud cardiovascular.

En Oliferm , lo procesamos en frío, tal y como se hacía antiguamente, pero con tecnología actual para garantizar que cada gota conserve todas sus propiedades. De esta forma, honramos la historia de la aceituna arbequina mientras ofrecemos un producto de altísima calidad.

De la historia a la mesa

En resumen, la historia de la aceituna arbequina no es sólo la de un fruto. Es también la de la tierra que le hace crecer, de la gente que le cuida con dedicación y de las familias que, año tras año, le han cultivado con orgullo. En Castelldans, esta pequeña aceituna simboliza mucho más que un cultivo: representa una forma de vivir y de sentir el paisaje.

Por eso, cuando regalas o consumes una botella de Oliferm , no sólo estás escogiendo aceite de alta calidad. Estás abriendo una botella de historia viva.